La historia de las matemáticas está llena de muchas anécdotas, muy divertidas y curiosas. A continuación les comparto algunas:
BELTRAND RUSSEL
Beltrand Russel, matemático,
filosofo, escritor. Se dice que este,
Beltrand Russel se encontraba especulando sobre enunciados condicionales del
tipo :
“Si llueve las
calles están mojadas”
y afirmaba que de
un enunciado falso se puede deducir cualquier cosa.
Alguien que le
escuchaba le interrumpió con la siguiente pregunta:
“Quiere usted
decir que si 2 + 2 = 5 entonces usted es el Papa”. Russel contestó
afirmativamente y procedió a demostrarlo de la siguiente manera:
“Si suponemos que
2 + 2 = 5, entonces estará de acuerdo que si restamos 2 de cada lado obtenemos
2 = 3. Invirtiendo la igualdad y restando 1 de cada lado, da 2 = 1. Como el
Papa y yo somos dos personas y 2 = 1 entonces el Papa y yo somos uno, luego yo
soy el Papa”.
SRINAVASA
RAMANUJAN
Srinavasa
Ramanujan(1887-1920) fue un genio matemático indio prácticamente autodidacta.
Durante 5 años trabajo en Cambridge con el matemático inglés Hardy. Cuando
Ramanujan enfermó, Hardy solía visitarlo en el hospital en el que se
encontraba. Un día al llegar Hardy le comento a Ramanujan:
- El taxi que me
ha traído tenía un número bastante soso, el 1729.
La respuesta de
Ramanujan fue:
- No Hardy, es un
número muy interesante. Es el más pequeño de los números que se puede expresar
como la suma de 2 cubos de dos maneras distintas.
(1729 = 9^3 +
10^3 = 1^3 + 12^3)
Debido a la
precaria salud que padecía desde niño, René Descartes tenía que pasar
innumerables horas en cama. Aprovechaba para pensar en filosofía, matemáticas,
divagar e incluso se permitía perder el tiempo mirando las musarañas.
Teniendo su vista
perdida en el techo de la estancia fue una mosca a cruzarse en su mirada, cosa
que hizo que la siguiera con la vista durante un buen rato, mientras pensaba y
se preguntaba si se podría determinar a cada instante la posición que tendría
el insecto, por lo que pensó que si se conociese la distancia a dos superficies
perpendiculares, en este caso la pared y el techo, se podría saber.
Mientras le daba
vueltas a esto se levantó de la cama y agarrando un trozo de papel dibujó sobre
él dos rectas perpendiculares: cualquier punto de la hoja quedaba determinado
por su distancia a los dos ejes. A estas distancias las llamó coordenadas del
punto: acababan de nacer las Coordenadas Cartesianas, y con ellas, la Geometría
Analítica.
NAPOLEON
Napoleón era
matemático aficionado, fascinado en particular por la geometría, de gran
importancia militar. Sentía una enorme admiración por los matemáticos franceses
contemporáneos suyos, como Gaspard Monge, con quien Napoleón mantuvo amistad
permanente: Monge me quiso como se adora a un amante, confesó Napoleón en
cierta ocasión.
Se le atribuye un
teorema de geometría elemental El teorema de Napoleón, que parece que en
realidad se debe a Lorenzo Mascheroni, quien sabiendo la pasión del general
francés por la geometría, le dedicó su libro Geometria del Compasso.
Independientemente
del posible talento geométrico de Napoleón, es mérito suyo el haber modificado
de tal forma la enseñanza de las matemáticas en Francia, que según varios
historiadores, sus reformas fueron las causantes del florecimiento de
matemáticos inspirados, que fueron el orgullo de la Francia decimonónica.
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